Durante la década de los ochenta, la región de Ayacucho asistió al estallido de la llamada “guerra popular” que enfrentó a Sendero Luminoso y al Estado Peruano. La región fue declarada en estado de emergencia y la acción senderista fue contrarrestada por una violenta e indiscriminada represión por parte de las fuerzas armadas.
En 1983, el Comando político-militar instala su base de operaciones en el Cuartel General nº 51 de Ayacucho, conocido popularmente como “Los Cabitos”. Este cuartel se convertiría pronto en un centro de arrestos, interrogatorios, torturas, desapariciones y ejecuciones en masa de sospechosos de formar parte de Sendero Luminoso trasladados desde todos los puntos de la región.